El estrés en los niños

Fuente: jejswiat.pl

“Mami me duele mucho la cabeza, no quiero ir al colegio” o “me duele el estómago, mejor me quedo en casa”, son indicadores de que algo está sucediendo con los niños, explica la psicóloga Mónica Condori. Estos mensajes son señales que van generando lo que se llama estrés.  

A partir, de los seis años se presenta el estrés en los niños, porque comienzan la etapa escolar. Al aprender cosas nuevas van a tropezar con ciertos elementos que no serán fáciles de solucionar. “Es como cuando de adulto se quiere aprender a manejar un auto, no es fácil porque le tomara tiempo y se estresara”. Similarmente ocurre con los pequeños, pero es más complicado si el profesor/a no es compresible.

El estrés es una respuesta fisiológica que tiene nuestro organismo ante una situación nueva, que genera presión y ansiedad. Por ello, los siguientes indicadores dan la pauta, de su existencia en la persona:

• Dolor de cabeza.
• Problemas gastrointestinales.
• Dolor en el cuello.
• Palpitaciones aceleradas.
• Falta de apetito o mucho apetito.
• Pérdida de control.

¿Cómo identificar el estrés en los niños? 

Los padres son quienes deben identificar qué lo está causando. Por ello, deben estar atentos a lo que empiezan a evitar o asistir a lugares que les genere presión. Por ejemplo, en el colegio si hay una materia con la que tenga algún problema se verá en un síntoma fisiológico, como dolor de cabeza o dolor de estómago. Incluso el menor querrá alejarse de su entorno y no hablara con nadie.

Asimismo, hoy en día, los padres trabajan y optan por tener ocupados a los niños que van al colegio en la mañana y en la tarde tiene actividades extras; en muchos casos dichas rutinas suelen provocar estrés.

Es muy importante hablar con los niños saber cómo está, cómo le fue en el transcurso del día, preguntarle qué hizo y si le gusta lo que está haciendo. De esa manera, los padres irán bajando el nivel de presión que tiene el hijo.

Tratamiento

El tratamiento se enfoca en trabajar con la familia, necesariamente se tiene que cambiar los mensajes que se transmite al niño, porque las palabras marcan sus vidas.

Los padres al decirles que tiene o que debe hacer bien una tarea, provoca en el menor que mentalice que si no es capaz está mal y sentirá frustración, manifestándose con llanto y tristeza.  

Recomendaciones

Es importante hacer el seguimiento del niño en su entorno, cómo se está desenvolviendo a nivel cognitivo, de aprendizaje y en relación con sus compañeros. También, es cierto que hay niños que necesitan actividades extracurriculares, porque no todos son iguales, algunos tienen más energía y son activos; ellos si necesitan una actividad extra. Pero, los padres deben comprender que no es necesario sobrecargarlos, hay que ayudarlos a sentirse más libres.

Autora: Malena Elda Zurita Viveros.

Fuente: Mónica Condori, Psicóloga.

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