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Luisa Fernanda Baixeras Donoso. 34 años.Madre de una niña
y un niño. Ingeniera industrial. Gastrónoma
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“No encontraba algo cómodo para caminar junto a mi hija e ir al trabajo. Los cargadores que probé, cuatro comprados, me lastimaban la espalda o mi bebe lloraba por la incomodidad. Para mi segundo niño, que nació prematuro, quise tener algo más práctico al usar el método canguro y para movilizarme. Opté por hacerme un fular viendo por la internet”. Luisa Fernanda Baixeras Donoso, 34 años, recuerda la razón por la que empezó a confeccionar portabebés.
Así mismo, Baixeras lleva un año elaborando los cargadores, porque quería que los padres conocieran los beneficios que ella experimentó al usar un fular. Actualmente, los vende en su página de facebook “Portabebés Warmi y Wawa” y en el edificio 16 de julio de El Prado. El producto está acompañado de un cd de vídeo, que explica la realización de los nudos y las posiciones, más una hoja con las instrucciones básicas.
Con respecto al fular, es una tela larga que se ata alrededor del cuerpo de uno de los padres y sirve para llevar al infante, ya sea en la espalda, la cadera o en el pecho. Baixeras explica que, en la internet obtuvo las medidas, “con suerte encontré en La Paz una tela adecuada que es delgada, pero suave y fácil de manejarla; así no ocupa campo en un bolso”.
De hecho, el cargador que ofrece tiene 5m de alto y 60cm de ancho. Permitiendo soportar el peso de hasta 14 kilos, dependiendo la contextura del bebe, que serían hasta los 3 o 4 años. La tela es de algodón y elástica. Viene con una costura reforzada, confección a máquina, que va en los bordes. Además, los hay en los colores: rosado, morado, fucsia, plomo oscuro y claro, azul, negro y verde turquesa. La tela, el vídeo y el instructivo cuestan 120 bs.
También, Baixeras añade que, “no solamente vendo el producto. Sino que hago el asesoramiento de cómo llevar al bebe”. Recalca la importancia de que los padres deben aprender las formas correctas para la seguridad del infante. Por ello, hace las entregas a domicilio, porque las mamás, muchas veces, no pueden movilizarse fácilmente “es ahí que les explico cómo hacer los nudos y el cuidado que deben de tener para mantener una buena postura”.
Así mismo, el porteo (conducir o llevar algo de una parte a otra), como es denominado a la acción de cargar con el fular, ha sido recomendado para su uso en el método canguro. La guía práctica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), titulada “Kangaroo mother care”, explica que dicho procedimiento es para la atención a los niños prematuros, en la que se mantiene el contacto piel a piel con la madre.
Se puede resaltar, según Baixeras, que el acercamiento con la madre es una de las ventajas más importantes para usar el porta bebes, “porque conforta al recién nacido haciendo que llore menos”. También, puede amamantar directamente, porque al mantener la espalda en C (como se muestra en la imagen) evita los cólicos y puede eructar. Al igual, contribuye con el desarrollo físico de la musculatura y sistema óseo.
En el caso de los padres, resalta que, “deja ambas manos libres y es más fácil movilizarse, por ejemplo, hacer el mercado y cargar las bolsas ya no es una tarea complicada”. Además, se puede estar por varias horas con el bebé cargado, ya que el peso se distribuye en la espalda. Dadas las ventajas, las madres realizan pedidos de colores oscuros para que, el papá también pueda utilizarlo; o los compran para cada uno.
En cuanto, a la aceptación en La Paz, Baixeras identifica dos mentalidades. Las personas que están abiertas al fular y los que mantienen la costumbre del aguayo. Además, señala que, “piensan que con el portabebés se tiene desabrigado al bebe, o no les gusta que este en la posición de las piernas abiertas-ranita”. Sin embargo, hay mayor aceptación en jóvenes, “tal vez porque, están más en la internet y han podido informarse”.
Finalmente, Baixeras asegura que, cuando ha puesto el cargador a un padre, “se han sorprendido por el cambio que sienten en el cuerpo y que el bebé está más tranquilo”. Sobre todo, afirma que, no es complicado. “Al principio generalmente se coloca suelto, pero practicando uno empieza a darse cuenta el cómo usarlo correctamente”.
Autora: Estefanía Pacheco Sánchez.